
Conocía el centro pues habitualmente leía artículos de su labor en la revista pájaros pero hasta febrero de 2015 no se me presentó la oportunidad de conocerlos in situ y la verdad me llevé una grata sorpresa. Como zoológico me encantó, pues aunque no excesivamente grande era un zoo completo y lejos de ese aire cutre que tienen algunos zoos de ciudad, el cuidado y las instalaciones eran fantásticos.
Pero descubrí algo más importante, la tremenda labor que hacen por la biodiversidad y esto es algo que hay que reconocer siempre, a menudo los criadores pese a trabajar con animales estamos muy alejados de la verdadera naturaleza y labores como las que hace este equipo deben ser contadas puesto que invertir tantos fondos en estos esfuerzos es algo muy meritorio.
Os invito a visitarlos, a conocer sus instalaciones y por supuesto a aprender más de su labor de conservación.
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