Tras muchos meses haciendo cábalas he tomado la decisión de desprenderme de mis últimos ejemplares de mi línea de Rojos Mosaicos.
No resulta fácil gestionar un aviario con dos variedades tan parecidas a la hora de seleccionar pero a la vez tan distintas a la hora de mantenerlas. Por ello a partir de ahora dedicaré todos mis esfuerzos en trabajar el amarillo mosaico en toda su amplitud.
Eso si, el Rojo Mosaico seguirá siendo una de las variedades predilectas del criadero y espero en un futuro no muy lejano retomar su cría con más ganas aún.
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