El mes de Febrero es un mes clave en la ornitología, en mi criadero coincide con el final del periodo preparatorio de reproductores y el comienza de la cría. Esto no es así en todos los criaderos ya que muchos empiezan antes pero tradicionalmente, sobretodo si nos regimos por el calendario tradicional este mes se considera el inicio de la cría.
Febrero también es un mes muy engañoso, o muy zorro como dirian algunos. Hay infinidad de refranes que lo describen como un mes incierto meteorológicamente hablando.
"Sol de febrero nunca dura un día entero"
"Febrero engañó a su madre en el lavadero"
"En febrero loco ningún día se parece a otro"
Estos no afecta demasiado a la mayoría de criadores que usan el sistema artificial pero en mi caso, me ha pasado muchas veces que tormentas o fríos traicioneros me han cortado de forma fulminante las primeras nidadas.
Mi sistemática de trabajo este mes es muy sencilla. Les pongo en situación, en Enero coloco a todos los reproductores individualmente, bien, pues en febrero lo primero que hago es revisar el estado sanitario y la condición corporal de estos. Si por la razón que sea no tienen una salud adecuada o presentan una condición corporal incorrecta según mis varemos los rechazo como reproductores. De tal modo que el pájaro que destine a la reproducción debe estar sano, con un buen estado de carnes y en celo, de este hablaremos luego. Los ejemplares que finalmente no son aptos para la cría los alojo en unos voladeros aparte, excepto los enfermos que los alojo individualmente y procuro darle un tratamiento especializado para su patología (Con mi experiencia y con la colaboración si es necesario de veterinarios especialistas, que los hay, no muchos, pero si muy buenos en este país.)
Yo trabajo con parejas, en este sentido soy muy tradicional, se que hay otros métodos variados con muchas hembras pero nunca priorizo en ellos salvo algún macho excepcional o un interés genético determinado. Pero que ocurre si por ejemplo descarto un macho de una pareja por no encontrarse apto? Pues tengo dos opciones, o bien emparejo la hembra con otro macho reproductor (Creo un trío) o bien descarto también la hembra que pasaría al voladero de reservas.
Yo tengo la costumbre de tener muchos pájaros de reserva, es mi forma de cubrirme las espaldas porque bajas sorpresas siempre ocurren. De hecho si por ejemplo tengo 5 parejas de moñas suelo tener siempre al menos dos de reserva. Entiendo que no es práctico en el sentido de que es un trabajo extra y que muchos pájaros aptos se quedan sin criar, pero cuando se producen muertes, que se producen es un alivio saber que tienes un voladero con repuestos por así decirlo.
Mañana continuaré con la segunda y última parte.
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