Muchos de vosotros direis ahora. ¿Porque empieza a filosofar este tío? Pues porque esta virtud, que llevada al extremo puede ser un defecto importante siempre está pululando en los mentideros de cualquier afción o situación social incluida nuestro amado mundo de la ornitología deportiva.
Cuando los criadores alcanzamos un cierto prestigio y muchos nos consideran un cierto referente solemos cometer el error de creernos superiores. Yo conozco como la palma de mi mano esta mutación, yo llevo más años trabajandola... Al creernos superiores solemos mirar por encima del hombro a los demás. No tiene porque ser cara al público, puede ser interiormente, pero es verdad que solemos pecar de este defecto. Ya sólo nos vale comprar a criadores verdaderamente prestigiosos, ya hemos conseguido un nicho comercial importante, ya sólo participamos en certámenes verdaderamente competitivos...
Que se te suba el éxito a la cabeza es facilísimo pero por suerte la vida nos regala muchos momentos que nos ponen los pies en la tierra y nos bajan de la parra.
Les voy a contar una pequeña anécdota que yo he vivido y supongo les habrá pasado a muchos algo parecido.
Sucedió en mi pueblo, Montehermoso. Cuando yo empecé en la canaricultura había muy pocos criadores federados en la zona, pese a ello la afición por los canarios y demás aves siempre ha ido muy de la mano de la vida rural.
Me especialicé en el amarillo mosaico y por aquellos años había un compañero, con el cuál sigo teniendo una estupenda relación que se enamoró también del factor mosaico.
Mientras yo concursaba y ganaba premios, él estaba en la sombra, no le atraía lo más mínimo concursar, el sólo quería ver en casa canarios bonitos. Tampoco tenía muy claros los conceptos del estándar pero el criaba lo que le gustaba.
Por motivos de trabajo tuvo que deshacerse de todo el criadero y marchar fuera a trabajar. Cedío todos los ejemplares a otro compañero y se fue.
Un año o dos después me llama un amigo diciendo que en el criadero de otro había unos mosaicos preciosos que se quería quitar.
Tras esto fuí a visitar al criador con el único interés de pasar el día tomarme unas cervecitas y hechar un rato agradable. Llego, me pongo a ver jaulón por jaulón y cuando llego a las jaulas donde tenía los amarillos mosaico de su amigo me quedo tremendamente sorprendido. En un lote de unos 10 pájaros llenos de suciedad, con mal aspecto, delgados me encuentro unas joyas tremendas. Me encontré con unos pájaros que de repente cumplían a rajatabla el estándar. El criador, que se lo agradeceré siempre me miró y me dijo... te los regalo, seguro que los sabes aprovechar.
A día de hoy esos pájaros son absolutamente imprescindibles en mi plantel de cría.
SI QUIERES SUBESTIMAR AL ALGUIEN SUBESTIMATE A TI PRIMERO.
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