Las capturas se prohibieron pero eso no quita que siga habiendo miles y miles de aficionados y muchos forman parte de grupos de whatsapp. Algunos de estos aficionados, no muchos, pero algunos siguen actuando de manera furtiva cazando pájaros y posteriormente vendiéndolos de forma claro está completamente ilegal. Esto no es nuevo, siempre ha habido furtivos y posiblemente con la prohibición por parte de Europa haya más, pero la situación de ahora nunca se había producido.
Antes era relativamente dificil pillar a estos furtivos, entre otras cosas porque procuraban vender sus aves con absoluto sigilo, pero ahora con las nuevas tecnologías la Guardia Civil lo tiene más fácil para pillarlos y los animalistas infiltrados lo están haciendo posible.
Pero ¿Quienes son los animalistas infiltrados? Muy fácil, personas que se hacen pasar por criadores y entran en estos grupos de whatsapp obteniendo información de estos aficionados. Es muy fácil a día de hoy entrar en un grupo de whatsapp sin que te pidan ningún dato y aunque la información que obtienen puede considerarse como poco válida a nivel judicial en general si que es verdad que pueden obtener información importante sobre estas personas furtivas, información que pueden utilizar de algún modo. Estos animalistas llegan a informar directamente a la guardia civil así como publican la información en otros grupos ecologistas para que actúen de algún modo.
Es por esto mismo por lo que los grupos de whatsapp sobretodo de silvestrismo cada vez controlan más quien forma parte de los grupos, hacen cuestionarios al que quiere entrar y en general procuran mucho que no salgan pájaros sin anillar y posibles ventas de silvestres. La gran mayoría de aficionados son legales y no tienen nada que temer pero en todos los grupos existe algún furtivo y deben de saber que es muy fácil que se infiltren animalistas con los objetivos muy claros. La tecnología es muy buena pero trae también ciertos riesgos.
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