Pero antes de actuar lo mejor siempre es prevenir, para ello el método más sencillo y 100% efectivo es la instalación de mosquiteras en el criadero, además de proteger contribuyen a reducir la luz del criadero y facilitar así también la muda.
Como digo esta es la mejor manera de evitarlo, pero cada uno tiene el criadero dónde puede y muchas veces no tenemos opción a instalar estos sistemas o al menos no resulta fácil hacerlo. En estos casos debemos ponernos en guardia y saber actuar.
Los pájaros tienen una ventaja, al dormir embolados y apoyados sobre una sola pata el mosquito tiene menos opciones de picarlo, pero aún así la pata que soporta el peso si puede sufrir la picadura, sobretodo en los dedos. Los mosquitos pican de noche por tanto en la visita diaria al criadero debemos revisar visualmente sobretodo las patas en busca de posibles lesiones, por supuesto no hace falta coger al pájaro, habitualmente solo con un vistazo general podemos verlo. En la mayoria de los casos el picor molesta al pájaro que mantiene la pata levantada y o se rasca así que debemos estar muy atentos a este tipo de reacciones.
Si vemos un pájaro con una picadura debemos cogerlo y aplicar en la picadura, por ejemplo con un bastoncillo para los oidos un poco de antiséptico, el más usado es la povidona, el betadine de toda la vida pero también son útiles otros como la clorhexidina. Con esto evitaremos que la herida se infecte y reduciremos la inflamación. Hay que tener en cuenta que no solo se puede infectar por la picadura sino por el hecho de que el pájaro se pica también y se puede herir.
Actuar tarde o no hacer nada puede provocar que el miembro se necrose y se pierda o más grave aún que se extienda la infección pudiendo morir incluso el ejemplar.
Solo en lesiones muy agresivas se recomienda recurrir a tratamientos con antiinflamatorios o antibióticos de uso tópico.
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